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Sucesos ambientales 2012

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10 razones para entender los cambios que recorre la humanidad.

1) Energía 2030

Como lo había hecho Chile antes, fundaciones e instituciones académicas de la Argentina reunieron a seis actores sociales relevantes para planificar a largo plazo. Los generadores de energía, las Cámaras Empresarias y la Universidad coincidieron en que predominarán las energías renovables, es decir, las producidas por el sol, el viento, el agua o la tierra. Y aglutinaron criterios para diseñar el uso eficiente de la energía, el rubro más crucial que deberá administrar la humanidad para la supervivencia y el desarrollo durante las próximas décadas.

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2) Transformaciones en el campo laboral

Florecieron los espacios de trabajo compartido como el coworking, instalaciones donde cohabitan emprendedores de diferentes rubros. Cuentan con servicio de Internet, escritorios y telefonía y se pueden utilizar pagando una cuota mínima. Trabajan de modo independiente y pueden asociarse entre sí. Ya hay modelos replicables en Europa, Estados Unidos, la Argentina y México.
coworking.njambre.org / coworkingbuenosaires.com

3) Auge de la movilidad sustentable

Los gobiernos locales alientan el uso del transporte público y la bicicleta. Las principales metrópolis cuentan con bicisendas y la Ciudad de Buenos Aires sacó una línea de créditos para adquirir bicicletas con tasa de interés cero. El carpooling se extiende en las grandes ciudades de la región. La utilización compartida del auto permite ahorrar dinero, descongestionar el tránsito y garantiza una merma en la generación de emisiones al ambiente.
vayamosjuntos.com.ar

4) Vivir mejor gastando menos de todo

Las nuevas construcciones y las remodelaciones ponen el acento en una buena aislación para no desperdiciar energía, la utilización de materiales ecológicos en el mobiliario, los jardines horizontales y las terrazas verdes. La eficiencia en el uso de la electricidad a través de las lámparas de bajo consumo y en la utilización del agua lograron avances notables. Los inodoros tradicionales gastaban hasta 14 litros por descarga, ahora hay en el mercado dispositivos que gastan menos de un tercio: cuatro litros y medio. El sistema de doble descarga significará millones de litros ahorrados en el consumo de agua que generan las grandes ciudades.

5) Río + 20

A 20 años de la «Declaración de Río» miles de organizaciones ambientalistas y cientos de representaciones oficiales de la mayoría de los países del globo volvieron a juntarse en Brasil. En un documento llamado «El Futuro que queremos» acordaron la adopción de un programa de 10 años para alentar patrones sustentables de producción y consumo, y convinieron que el mejor modo es iniciar la transición hacia la economía verde, aquella que no privilegia el lucro exclusivamente sino que tiene en cuenta la escasez ecológica, la inclusión social del mayor número de personas y la preponderancia del entorno. La gran Asamblea aceptó que el producto bruto interno (PBI) ya no es una medida adecuada para evaluar el desarrollo y que hace falta poner el acento en el bienestar de las personas.

6) Ciudades en red

La Red Latinoamericana de Ciudades Justas y Sustentables diseña metas e indicadores que sirvan para orientar la gestión pública. Evalúa desde la calidad del aire hasta la transparencia en los actos de gobierno y busca sortear los desafíos con administraciones más representativas y eficaces promoviendo la participación ciudadana. Bogotá, en Colombia, fue el primer modelo de esta propuesta que además se expande a países como Brasil, la Argentina, México, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Chile, sumando unas 50 ciudades de la región.

7) EI progreso de las empresas «B»

Una nueva forma de hacer negocios está creciendo. Se trata de las empresas «B». Basadas en la economía verde, son compañías que proponen una mejor manera de operar en el mercado y de esa forma ayudar a resolver problemas sociales y ambientales. Dentro de las más de 500 empresas catalogadas como «B» en el mundo, Tri-ciclos, compañía chilena, fue reconocida con la certificación «B» como la primera de Sudamérica. Popularizó el concepto de «punto limpio», una infraestructura en la cual confluye la posibilidad de recibir hasta 20 tipos de basura diferente, lo que hace que cualquier organización, familia o persona pueda reducir hasta un 90 por ciento sus residuos. Y garantiza que todos ellos entrarán en una cadena de reciclaje sin importar su valor comercial. El mayor capital de Triciclos es la gestión del cambio.

8) Los costos del click

Aunque muchas personas piensen que navegar en la web buscando información, pagando servicios o adquiriendo bienes desde lugares remotos resulta gratuito, ya empieza a dejar de ser invisible el impacto tecnológico. Google mostró sus servidores por primera vez, tras 14 años de su creación. Esas marañas de discos duros y cableado con los colores de la compañía no dejaron ver las toneladas de baterías que usan los equipos que guardan los datos, ni los generadores de electricidad que garantizan el flujo continuo pero a la vez originan emisiones por el petróleo con que se abastecen. Tampoco los sistemas de enfriamiento que producen emisiones de carbono en alta escala. Solo Google cuenta con un millón de servidores en el mundo y cada uno de ellos consume la energía de unas 8 ciudades medianas. El dato demanda atención al uso que hacemos de las herramientas tecnológicas. La utilización desmesurada de recursos, en todos los casos, resulta nociva al medioambiente.

9) La huella que más preocupa

Un estudio divulgado por la Red de la Huella de Carbono Global, una entidad de investigación medioambiental, y la Fundación de Nueva Economía (NEF en sus siglas en inglés) confirmó que la humanidad acabó con su presupuesto ambiental anual de 2012 el 22 agosto y, a partir de ahí, el planeta entró en déficit ecológico. De esta manera, hasta diciembre gastamos por adelantado sobreexplotando las reservas naturales y acumulando cantidades impensadas de carbono en la atmósfera.

10) Las pequeñas grandes historias

En vuelo desde Mendoza a Buenos Aires repaso la escritura de lo que leen. Me interrumpe brevemente una comisario de bordo. Pide buenas noticias. Y me da las suyas: cuenta sobre la red de azafatas de cabotaje que juntan las tapitas de aguas y gaseosas que sirven a los pasajeros para mandarlas a reciclar en favor del hospital Garrahan, de las 20 viandas que prepara los viernes con un grupo de vecinos para atender a madres carenciadas de la Plaza Flores y de otros encuentros entre semejantes para ayudar a escuelas albergue en la frontera. Es lo último que refiere antes de anunciar que estamos por descender: hacía recaudar un monto determinado para arreglar los baños de una de estas escuelas en el Norte argentino. La colecta resultaba insuficiente hasta que un hombre mayor, el más longevo del grupo, bajó de su viejo Rambler (una marca de automóviles fabricados en la Argentina durante los años 60) y anunció que para la próxima todo estaría solucionado. Pocos días después, el señor Cobazi descendió de una bicicleta y puso lo que faltaba. La historia del hombre que vendió el auto para que los chicos tengan un baño digno en la escuela representa lo mejor que se puede encontrar en cada uno de nosotros. Estos sucesos se multiplicaron en 2012 hasta marcar un rasgo distintivo de la época, la necesidad de reconocer al semejante. Sin prójimo el hombre no existe, si no puede pensar en el próximo el hombre desvanece su razón de ser, luego se extingue.

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