A finales de otoño o principios de primavera es el mejor momento para preparar casi todos los suelos. ¡Pala en mano y a empezar!
Para espacios grandes puede usar
un motocultor, siempre y cuando no haya muchas malezas perennes cuyas raíces no
conviene triturar ya que se propagan.
Cavado sencillo
1 - Cave la primera zanja con una profundidad de una palada. Coloque el suelo en una carretilla y llévelo al otro extremo de la parcela. Distribuya estiércol bien degradado o abono sobre el resto de la parcela.2 - Cabe la siguiente zanja en paralelo a la primera y arroje tierra dentro de la primera. Continúe de esa manera por toda la parcela. Llene la última zanja con el suelo que tenía separado y que había mezclado con abono o estiércol.
Cavado doble
1 - Utilice esta técnica para una parcela cultivada por primera vez o para mejorar el suelo firme. Cave con el doble de profundidad que en el cavado sencillo, pero remueva el suelo de la misma manera. Rastrille sobre la base de cada zanja.2 - Agregue bastante cantidad de abono o estiércol bien degradado en la próxima zanja. Para terminar, llénela con el suelo que tenía separado.