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Luz, lentes y espejos

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Las fascinantes propiedades de la luz.


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Luz, lentes y espejos

¿Por qué las lentes de aumento hacen que las cosas parezcan más grandes?

Un poste de luz que está lejos no parece tan alto como uno que está cerca. Si se proyectaran las líneas de base y de la cima de un poste distante al centro de nuestros ojos, convergerían en un ángulo cerrado, y las de uno más cercano lo harían en un ángulo mucho más abierto. Si nos aproximáramos al poste más lejano, su base y cúspide parecerían apartarse y el ángulo entre las líneas se abriría.

Las líneas corresponden a los rayos de luz reflejados desde los postes a los ojos. Un ángulo cerrado de rayos luminosos forma una imagen pequeña en la retina, en el fondo del ojo; uno más abierto forma una imagen mayor.

Una lente de aumento, o lupa, hace que un objeto parezca de mayor tamaño al cambiar el ángulo con el que la luz llega al centro óptico del cristalino del ojo. La forma convexa de una lupa curva los rayos paralelos de luz que la atraviesan, de manera que convergen en un ángulo más abierto sobre un punto llamado focal. Cuando este coincide con el centro óptico del ojo, la imagen está en foco y el objeto al otro lado de la lupa parece de mayor tamaño.

¿Por qué reflejan los espejos?

Pocos materiales producen luz, pero muchos reflejan parte de la que incide sobre ellos. Cuando mira usted un objeto, lo que ve es la luz que refleja su superficie y que brinda a sus ojos información acerca del color del objeto, su forma, su textura y otras características visuales. Bajo el microscopio, muchas superficies, no importa cuán planas parezcan, aparecen rugosas, compuestas por muchas formas complejas dispuestas al azar. Este desorden de diminutas superficies reflejantes esparce al azar la luz. La superficie reflejante de muchos objetos es demasiado dispareja para permitirle ver una imagen reflejada de la fuente de luz. Incluso las páginas de un libro, aparentemente lisas, no le permiten ver la luz real que hace posible que usted lo lea.

Sin embargo, los espejos planos tienen una superficie pulida y son capaces de reflejar la luz que sobre ellos incide, de manera tan uniforme que conserva sus características. Esto permite ver el reflejo de una imagen clara, sin distorsiones, de donde proviene la luz.

Si la superficie del espejo es curva, la claridad de la imagen se conserva pero su forma cambia. La luz incide en y se refleja de una superficie con el mismo ángulo respecto a la perpendicular. Sobre una superficie curva, el ángulo entre los rayos luminosos que inciden y la perpendicular varia de un lugar a otro y la imagen se distorsiona.

Si observa con cuidado en muchos espejos, verá dos reflejos de su imagen, uno bien definido y otro difuso. La reflexión mayor proviene de un recubrimiento de metal plateado al reverso del vidrio, y el difuso, de la superficie frontal del mismo.

El recubrimiento plateado refleja la mayor parte de la luz que incide sobre él. Otro tipo de recubrimientos absorben algunos rayos de la luz para impartir al espejo un matiz dorado o de cualquier otro color.

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