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La cámara funeraria de la Gran Pirámide

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Su entrada comienza con un pasadizo que desciende hasta la primera cámara funeraria, que nunca se utilizó.

La cámara funeraria de la Gran Pirámide

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A medida que se avanzaba con la construcción, se erigió una segunda cámara funeraria, como medida precautoria en caso de muerte inoportuna de Keops, pues no era el recinto mortuorio definitivo, que fue construido en el centro de la pirámide, a 42 metros del suelo.

La entrada a la Gran Pirámide, tan bien oculta que desafió a exploradores y arqueólogos durante mucho tiempo, está en el lado norte, a 16,75 m de altura. Comienza con un pasadizo que desciende en un ángulo aproximado de 26 grados hasta la primera cámara funeraria, que no fue utilizada. Hacia el nivel del suelo hay otro pasadizo que estuvo oculto por una puerta de piedra y que asciende en forma abrupta; su techo es tan bajo que la gente tiene que agacharse para poder recorrerlo. Desemboca en un pasillo horizontal que conduce a la segunda cámara funeraria, hoy mal llamada Cámara de la Reina, pues ninguna mujer fue sepultada allí.

El pasadizo de ascenso continúa hasta la llamada Gran Galería, que mide 46 metros de largo y 8,5 de altura, con bancas adosadas a ambos lados. Dicho recinto se utilizaba para guardar -en plataformas montadas sobre las bancas- tres grandes bloques de granito con los que se sellaba la entrada.

Al final de la Gran Galería está la cámara funeraria definitiva, una habitación de unos 50 metros cuadrados cuyo techo, de 6 metros de altura, está formado por nueve enormes bloques de piedra. Para librar de peso a estos bloques hay cinco compartimientos de apoyo, coronados por un techo terminado en punta.

Dos pequeños tiros ascienden hasta el exterior de la pirámide por los muros norte y sur de la cámara. Al parecer tienen un origen ritual: tal vez fueron construidos como entradas y salidas para el espíritu del faraón.

En la cámara hay también un sarcófago de piedra muy grande que no pudo haber sido llevado hasta allí a través del estrecho pasadizo de entrada. Al igual que los bloques de piedra que sellan el vano de acceso a la Gran Galería, seguramente fue puesto en su lugar mientras se construía la pirámide.

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