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El juego original de Gutenberg

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El primer reto de Gutenberg consistió en producir un juego completo de letras y caracteres.

El primer reto de Gutenberg consistió en producir un juego completo de letras y caracteres, unos 270 en total, que incluía mayúsculas, minúsculas, signos de puntuación y diversas abreviaturas, además de caracteres especiales. Las letras y los caracteres se tallaban en relieve y al revés sobre bloques de acero, posteriormente se endurecían con calor y se sumergían en agua fría.

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Este juego original se usaba a modo de punzón. Cada caracter se introducía a golpes de martillo en un molde de cobre, que a su vez se encajaba en la base de otro molde más grande y se usaba como bloque de impresión. Cada letra ocupaba el espacio adecuado: así, por ejemplo, la «i» ocupaba menos espacio que la «m». A continuación se vertía en el molde una aleación, compuesta probablemente de plomo, estaño y antimonio, con el fin de obtener un bloque de metal fundido con la letra tallada en relieve en su parte superior. De este modo Gutenberg podía fundir con relativa rapidez cualquier letra o caracter individual.

La siguiente etapa consistía en agrupar los tipos idénticos en diversos cajetines individuales, lo que permitía al impresor ir tomando las letras necesarias para formar las palabras y componer el texto línea a línea, asegurándose de que todas las líneas tuvieran la misma longitud. Una vez listo el texto, se introducía en un molde para producir una «forma» estable y portátil, que se colocaba entonces en la base de la prensa.

Impresión de las páginas

El siguiente paso era entintar el bloque, con una mezcla de barniz diluido en aceite de linaza -hacía que la tinta se adhiriese al bloque de metal- y negro de humo para la tinta negra. Para ello se sumergían en la tinta unas almohadillas de cuero rellenas y provistas de un mango de madera, y se frotaba con ellas el bloque. A continuación, el impresor colocaba el papel sobre el bloque, accionaba la barra que apretaba el tornillo y aplicaba la presión sobre el bloque. Para terminar, soltaba la barra, retiraba el bloque, despegaba el papel y lo almacenaba junto a la prensa. De este modo imprimía unas 16 copias por hora. Para imprimir la Biblia, 20 hombres mantuvieron 6 prensas en funcionamiento ininterrumpidamente por espacio de un año.

Mientras se imprimían las páginas, Johann Fust, el principal acreedor de Gutenberg, reclamaba sus deudas. Fust, que había prestado el dinero para adquirir todas las prensas y el material necesario, cosechó los beneficios de este gran invento, pero el triunfo tecnológico fue exclusivo de Gutenberg.

Auge de la imprenta en China antes de nuestra era

En el año 868, casi 600 años antes de que Gutenberg inventase la imprenta, los impresores chinos produjeron el primer libro impreso: el Sutra del diamante, una colección de textos e ilustraciones budistas. Este texto formaba parte de una tradición establecida desde antiguo y cuyos orígenes se remontan a los pequeños sellos de jade, marfil o bambú usados para autentificar ciertos documentos.

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