Comer más lácteos es una de las cosas más inteligentes que podés hacer para combatir la diabetes.
Dos estudios de la Universidad Harvard encontraron que las personas que incorporaban los lácteos a su dieta diaria tenían 21 por ciento menos probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina y 9 por ciento menor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2. Y algunas investigaciones han descubierto que mientras más calcio y vitamina D obtiene una persona a través de la dieta, menor probabilidad tiene de desarrollar síndrome metabólico, que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Los lácteos incluso pueden ayudarlo a bajar unos kilos, lo cual ayuda al organismo a responder mejor a la insulina y facilita el control del azúcar en la sangre. Por último, los lácteos bajos en grasa son la piedra angular de la dieta DASH, diseñada para reducir la presión arterial.
- Elija leche descremada
- Elija yogur natural sin grasa y sin azúcar
- Compre y seleccione bien el queso bajo en grasa
Elija leche descremada
Sí, la leche entera sabe más rica y cremosa, pero una taza contiene 24 g de colesterol y 8 g de grasa, 5 de ellos de grasa saturada. Una taza de leche descremada aporta todo el calcio y vitamina D de la leche entera, pero ahorra 60 calorías y toda la grasa. Para desacostumbrarse a la leche entera, compre leche que tenga un nivel menos de grasa. Cambiar de leche entera a leche descremada de un solo golpe es un gran impacto para las papilas gustativas. En vez de eso, primero cambie de leche entera a leche semidescremada. Cuando esté por acabarse la leche semidescremada, llene el resto del envase con leche baja en grasa. A partir de ella, el cambio a leche descremada no es tan impactante.
Elija yogur natural sin grasa y sin azúcar
Añádalo a sus propias mezclas. Esto le brinda el doble beneficio de evitar la grasa saturada del yogur hecho con leche entera y el azúcar adicional del yogur endulzado. Si añade, digamos, una taza de fresas frescas al yogur natural, puede incorporar 3 gramos de fibra y mucha dulzura natural. Para una textura crujiente, añada un poco de granola baja en grasa, cereal integral o semillas molidas de linaza.
Compre y seleccione bien el queso bajo en grasa
La verdad es que no vale la pena comer algunos quesos bajos en grasa. Pero si usted usa, digamos, manchego o cheddar en guisos, las versiones bajas en grasa funcionarán bien y realmente no notará la diferencia. Usar queso cheddar bajo en grasa en vez de la versión normal ahorra unas 65 calorías y 5 gramos de grasa saturada por cada 30 gramos. Este pequeño cambio es muy útil para reducir el colesterol y disminuir el riesgo de padecimientos cardíacos.
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en casa consumimos muchos lácteos, pero muy buenos estan estos consejos.

empezaremos a consumir más lacteos gracias

Consumo muchos làcteos, muy buenos consejos !!!!

linda nota

Gracias por los consejos ,muy buena informacion.

Siempre hay que elegir los de mejor calidad

padezco problemas en la absorcion de calcio luego de una cirugia por cancer de tiroides y despues de eso comprendi la necesidad de consumir lacteos.

En casa consumimos mucho lacteos y quesos,pero nunca estan de mas los buenos consejos.

Muy buenos consejos, me gustan mucho los lácteos

Para tener presente

En casa somos buenos consumidores de lácteos, por suerte, en nuestra heladera nunca faltan quesos, yogures y leche.

todo suma y a la larga se ven los resultados!!!