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Qué hacer ante una emergencia médica en casa

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Los accidentes domésticos y las pequeñas urgencias son muy frecuentes en casa. Aprendé a estar preparado para darles una solución rápida.

  1. Me quemé el dedo con una olla

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    Estas sugerencias sirven exclusivamente para quemaduras de primer grado, lo que significa que únicamente se dañó la capa superior de la piel y por eso está colorada y duele. Las quemaduras más graves requieren un tratamiento adecuado. Pero si el contacto momentáneo con algo caliente causó la quemadura, enjuagá la zona quemada con agua fría entre cinco y diez minutos para calmar el dolor. Luego, aplicá un trapo húmedo y fresco o hielo envuelto en una toalla. Los productos de venta libre para calmar el dolor pueden ayudar. Las cremas humectantes con base de aloe aliviarán la piel. Las quemaduras de primer grado generalmente no requieren de atención médica y deberían sanar en una semana o menos.

     

  2. Me corté con papel

    Duelen, pero los cortes pequeños raramente son un problema a menos que se infecten. Por eso, lavá la zona minuciosamente, aplicá una crema antibiótica y luego cubrí la herida con un vendaje adhesivo. Cubrila incluso si no sangra dado que de todas formas necesitás proteger la herida de los gérmenes. De hecho, deberías aplicarte la crema tres veces al día para una máxima protección. La herida debería sanar en pocos días.

     

  3. Me mordí la lengua y me duele

    Todos lo hacemos y nos sentimos tontos al respecto. No hay mucho que puedas hacer para acelerar la cicatrización de tu lengua si te mordiste. Hacer gárgaras con un enjuague bucal antimicrobiano ayudará a prevenir la infección y una pomada analgésica oral calmará el dolor, si contás con alguna en casa. Luego, deberás concentrarte en no morderte la lengua otra vez. Debido a que la lengua está inflamada, sé cuidadoso al masticar. Los médicos recomiendan consumir comidas blandas hasta que desaparezca la hinchazón. Como con cualquier corte, la hinchazón debería bajar en unos días y la lengua debería curarse en unas semanas.

     

  4. Mi hijo llora porque tengo que quitarle un vendaje adhesivo

    Si quitar los vendajes asusta a tu hijo, hay una manera menos dolorosa de hacerlo. Remojá una bolita de algodón en aceite para bebé y, con cuidado, frotala sobre el vendaje hasta que se despegue. Si no tenés aceite para bebé a mano, cualquier aceite de cocina o de baño dará el mismo resultado.

     

  5. Me arranqué la parte superior de la uña

    Si la rotura está en la mitad superior de la uña y la base permanece en su lugar, probablemente no haya daño en la piel que está abajo. De lo contrario, visitá al médico. Para arreglar una uña rota, emparejá el borde con un alicate para evitar que se enganche en algo y se rompa aún más. Lavate las manos y luego no vuelvas a tocarla. Usar una curita no ayudará; de hecho, eso retendrá la humedad, lo que ablandará la uña y aumentará el riesgo de infección. Resulta más conveniente mantener la uña seca. Dejá que la uña crezca otra vez a su ritmo.

     

  6. Mi esposo tiene una hemorragia nasal

    Mucha gente sufre de hemorragias nasales por todo tipo de razones benignas. Si la persona es más anciana o tiene un problema grave de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, presión alta o un problema de coagulación sanguínea, llamá a un médico cuando haya una hemorragia nasal. De lo contrario, es probable que la hemorragia no sea grave. Hay un método simple que recomiendan los médicos para detener la hemorragia: presioná la parte blanda de la nariz con firmeza. La presión directa debería detener la hemorragia en unos minutos. Si después de 30 minutos la hemorragia no se detiene, llamá a un médico.

     

  7. Tengo algo en el ojo

    Tenderás a frotarlo. No lo hagas. Podrías lastimarte la córnea. En lugar de eso, probá lo siguiente: con cuidado, levantá el párpado superior y colocalo sobre el párpado inferior. Es probable que las pestañas inferiores quiten la partícula de la parte interior del párpado superior. Pestañeá varias veces para tratar de eliminar la partícula. Si eso no funciona, quitá la partícula con agua limpia, usando uno de estos métodos: poné la cabeza debajo de la canilla y dejá que el agua irrigue el ojo abierto, o sumergí la cabeza en una pileta llena de agua y pestañeá con rapidez. Si estos métodos fallan, mantené el ojo cerrado y andá a un hospital o al médico. Si la dejás, la partícula de polvo puede lastimar la córnea.

     

  8. Me salpiqué los ojos con una sustancia química

    Cualquiera sea la sustancia, actuar rápido es muy importante. Debés enjuagar los ojos con mucha agua limpia. Si podés, sostené la cabeza debajo de la canilla y dejá que el agua elimine las sustancias de los ojos. Sujetá los párpados con los dedos para mantenerlos lo más abiertos posible. Mové el globo ocular durante el enjuague. Enjuagá durante al menos 15 minutos. Una vez que hayas eliminado la mayor cantidad posible de la sustancia, llená una pileta limpia y colocá toda la cara debajo del agua y parpadeá con rapidez. Si los ojos siguen doliendo, debés concurrir a un hospital o consultar a un médico de inmediato. No te vendes los ojos.

     

  9. Siento como si fuera a desmayarme

    Desmayarse es algo común. Diversos estímulos provocan desmayos en personas propensas. Algunas se desmayan al enfriárseles las manos. Otros se desmayan al ver sangre. En general, los desmayos se producen cuando los vasos sanguíneos se dilatan, lo que reduce la presión sanguínea y el flujo de oxígeno al cerebro. Antes de desmayarse, las personas normalmente empalidecen, comienzan a sudar y, por lo general, se sienten muy mal. Un antídoto instantáneo es recostarse. Es necesario que el corazón y el cerebro estén al mismo nivel para que la sangre rica en oxígeno pueda llegar al cerebro con más facilidad. Si te recostás en el instante en que te sientas mareado, es probable que no pierdas el conocimiento. Si no te recostás, corrés el riesgo de desmayarte, caerte y quizá lastimarte la cabeza.

     

  10. Estoy mareado

    Si estuviste haciendo ejercicio y te sentís mareado, buscá ayuda médica sin demoras. Los mareos durante cualquier clase de ejercicio físico pueden indicar un problema cardíaco. De lo contrario, sentirte mareado, al igual que los desmayos, es bastante común. (Sin embargo, si te pasa más de una vez, consultá al médico). Como con los desmayos, debés recostarte para que la sangre fluya al cerebro. Si estás con alguien, explicale lo que estás haciendo para que la persona pueda buscar ayuda si el problema se transforma en una emergencia. Respirá con calma y permanecé tendido boca abajo hasta que te sientas completamente repuesto.

     

  11. Mi hijo se golpeó la cabeza

    Colocá una bolsa de hielo directamente sobre la herida para reducir la hinchazón y calmar el dolor. Si la herida sangra, la presión directa con un trapo limpio detendrá la hemorragia. Los signos que indican que una lesión en la cabeza ha dañado el cerebro incluyen convulsiones, pérdida de conocimiento, náuseas, comportamiento extraño y pérdida de la memoria. Si tu hijo presenta estos síntomas, llevalo a la guardia de inmediato.

     

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