Inicio Alimentación Recetas Convierta ese plato sencillo en una fiesta: ¡salsa bolognesa!

Convierta ese plato sencillo en una fiesta: ¡salsa bolognesa!

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Una salsa bolognesa bien hecha realza un buen plato de polenta, arroz o pastas. Conozca la mejor manera de prepararla y como «salvar salsas» arruinadas.

Para 4 a 6 porciones necesita:

  • 1 cda. de aceite de oliva
  • 1 cebolla finamente picada
  • 1 zanahoria finamente picada
  • 1 diente de ajo finamente picado
  • 100 g de hígado de pollo trozado y picado
  • 450 g de carne de res magra picada
  • 100 g de champiñones en rodajas
  • 2 cdas. de harina común
  • 400 g de tomates picados
  • sal y pimienta negra recién molida
  • 1 hoja de laurel
  • ½ cdita. de orégano  
  • 2 cdas. de puré de tomate
  • 150 ml de vino tinto
  • 300 ml de caldo de carne (de cubo o concentrado si no tiene casero)

Procedimiento

  1. Caliente el aceite en una cacerola grande de fondo grueso; añada la cebolla y la zanahoria.
  2. Cubra y cocine lentamente por 5 minutos hasta que la cebolla esté blanda. 
  3. Incorpore el ajo, el hígado de pollo y la carne, y revuelva hasta que esté cocido.
  4. Luego, añada los champiñones y rehogue por unos minutos más.
  5. Incorpore la harina y los tomates, los condimentos y el puré.
  6. Vierta el vino tinto, el caldo y lleve a ebullición.
  7. Baje el fuego, cubra y cocine a fuego lento por 45-60 minutos.
  8. Si la salsa está demasiado líquida, retire la tapa y aumente el fuego los últimos 15 minutos y revuelva ocasionalmente. 
  9. Verifique que esté bien condimentada y retire la hoja de laurel antes de servir con spaghetti o tallarines.
  10. También puede utilizar esta salsa para una lasaña, arroz o polenta.

Cómo «salvar» salsas arruinadas

Hasta los mejores cocineros tienen problemas con las salsas; entonces, vale la pena saber qué hacer cuando surge el inconveniente.

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  • Salsa grumosa o jugosa: Retire del fuego, bata con fuerza en la cacerola con una batidora de alambre o con una batidora para tal propósito. Si esto no funciona, procese en una batidora o frote en un tamiz y, luego, recaliéntela.
  • Demasiado liviana: En un tazón, use un tenedor para mezclar 2 cdas. de harina común en 20 g de mantequilla. Agréguelo a la salsa de a poco de una vez, hasta que se espese.
  • Demasiado salada: Agregue 1 o 2 cditas. de azúcar o un poco de leche o yogur.
  • Demasiado dulce: Agregue un poco de jugo de limón.
  • Natilla o crema cortada: Mezcle, procese o cuele en un plato frío apoyado en un tazón de cubos de hielo y bata enérgicamente.
  • Aderezo separado: Agregue una cda. de agua caliente. O comience de nuevo con la yema de un huevo y agregue gradualmente la mezcla cortada.
  • Salsa holandesa cortada: Quite del fuego; luego, bata con 1 cda. de agua fría un poco de una vez hasta que la salsa comience a suavizarse. O retírela del fuego e incorpore un cubo de hielo en la salsa caliente. O bata la yema de un huevo adicional en una cacerola limpia hasta que se espese; luego, a fuego lento, bata gradualmente en la salsa cortada hasta que se suavice.
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