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Puente de hielo en el Glaciar Perito Moreno

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La belleza de nuestro sur patagónico es sin duda manifesta, en parte, por esta Maravilla Natural.

Ocurre en uno de los cuadriláteros más hermosos de nuestro planeta, la lengua glacial que lleva el nombre del explorador lucha con las aguas del Lago Argentino. Siempre cae y siempre se levanta de nuevo.

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De pronto, el muro de hielo vibra, murmura, y —como si fuera un primer estornudo gélido— suelta fragmentos tan voluminosos como un auto. La expectación crece. Hay gritos de nerviosismo. Todo no es más que un prólogo de lo que viene a continuación: el derrumbe. Ocurre cada dos a tres años y ha llegado a ser la postal en movimiento de la Patagonia argentina.

Casi no hay film o programa de televisión sobre el sur de esta parte del mundo que no lo incluya. Su cualidad cíclica, pero con suspenso sobre el momento exacto en el que se desata, es parte de su atractivo. Debido a todo lo anterior, no puede dejar de sentirse sorpresa al descubrir que el asunto, lejos de ser casi eterno, es nuevo. Muy nuevo: comenzó recién en 1917 (ver recuadro). Pero esto no lo saben ni le interesa demasiado al casi medio millón de visitantes, más de la mitad de los cuales (253.000) son extranjeros, que acuden de visita, con o sin derrumbes a la vista.

Hablamos del Glaciar Perito Moreno, ubicado frente a la Península de Magallanes, a 78 Km. de El Calafate, en la provincia de Santa Cruz. Ubicado en el extremo sur del Parque Nacional Los Glaciares, se ha convertido en un ícono de Argentina y una Belleza Natural Argentina. Aunque los medios de transporte actuales permiten un acceso fluido, lo cierto es que se encuentra en una de las zonas más remotas del planeta. Para entenderlo, el poblado de El Calafate fue fundado hace poco menos de 100 años (1927) y a fines de los años 40 del siglo pasado no tenía más de 100 habitantes. Hoy viven allí más de 22.000 personas. La expansión dio comienzo más o menos en 1970, cuando el glaciar comenzó a convertirse en un polo de atracción turística. Tan grande que, considerando la población citada, resulta extraordinario que en verano lleguen y salgan hasta 12 vuelos diarios. Lo que explica, también, la cantidad de camas destinadas al turismo: 7.500.  Para entenderlo, equivale a que la ciudad de Buenos Aires (con 2,9 millones de habitantes) tuviese un millón de camas destinadas a quienes la visitan (en la realidad tiene casi 60.000).

El Chaltén, por su parte, posee atractivos culinarios, típicamente patagónicos, con alguna vuelta de tuerca sorprendente. Es el caso de La Choco, como se la llama popularmente (la chocolatería Josh Aike) donde, aparte de tortas y pasteles, pueden degustarse fondues de queso o… pizzas caseras. Eso, sin contar con los  otros 33 restaurantes y seis bares disponibles. La oferta es amplia, incluye, por ejemplo, un restaurante natural donde pueden pedirse platos vegetarianos, veganos y sin gluten.

La maravilla del Perito Moreno también consiste en que puede ser visto como una joya reluciente, una experiencia completa por sí misma, pero también como parte de un “collar” de diamantes más amplio (ver recuadro). Es lo que ofrece, desde diciembre de 2019, el primer sendero turístico binacional de largo aliento. Su nombre es Huella de Glaciares y se despliega a través de 120 kilómetros.

Está pensado para realizar siete caminatas diarias a llevarse a cabo en ochos días con sus con siete noches. Implica dos cruces o enlaces lacustres, que obligan a navegar por el Lago (o laguna) del Desierto, en Argentina; y el Lago O´Higgins, en Chile.

Al decir de Valeria Pelliza, secretaria de Turismo de Santa Cruz, el sendero La Huella de Glaciares “se constituye como un puente peatonal que propone unir, a través de caminatas diarias autoguiadas de mediana dificultad, el sur de la Carretera Austral en Chile con la ruta 40 en Argentina, mediante una travesía única entre bosques, lagos y glaciares”.

A lo largo del periplo en es posible admirar tres glaciares colgantes (y seis “clásicos”), además de varios riachuelos y caídas de aguas, muchas rodeadas de bosque patagónico. La ruta permite llegar, desde El Calafate a Villa O’Higgins (Chile). Todo, haciendo trekking por una senda que cruza la seccional Viedma del PN Los Glaciares, la Reserva Provincial lago del Desierto y el PN Bernardo O’Higgins en Chile. Una de las caminatas más interesante en todo el Hemisferio Sur de nuestro planeta.

Así, como la perla más visitada del PN Los Glaciares, el Perito Moreno le hace justicia a la maravilla y sobrecogimiento que siempre inspiró a sus habitantes originarios y a los modernos.

¿Por qué se producen los rompimientos en los glaciares?

Desde 1917 se han producido (hasta marzo de 2018) 25 rupturas o rompimientos. Suceden porque el glaciar Perito Moreno es uno de los 47 glaciares mayores que bajan desde los Campos de Hielos Sur. Éste constituye la masa más grande de hielo en el Hemisferio Sur del planeta, después de la Antártida. A medida que se acumula hielo en el sector correspondiente del Campo, el glaciar comienza a descender hacia el lago Argentino. Este avance (de oeste a este) finalmente hace contacto con la península de Magallanes y crea un “tapón” que separa a los brazos (ver mapa) Sur y Rico del canal de los Témpanos.

Para entender la magnitud de esta maravilla hay que entender que la profundidad del lago oscila entre los 100 y 160 metros, la cual es llenada completamente por la lengua glacial. Y aquí reside el dato clave para entender los rompimientos: se produce un desnivel entre los dos lados del lago cuando el agua comienza a acumularse del lado de los brazos bloqueados porque ahí desaguan numeroso ríos y riachuelos continuamente. Es ese líquido el que comienza a hacer presión sobre el dique natural.

El tiempo en que se rompa dependerá varios factores: cantidad de agua/desnivel, temperatura general, ancho/fortaleza del muro de hielo, etc. Es la interacción entre estos elementos la explica por qué la ruptura puede tardar desde 18 años (1917-1935) o haber dos en apenas uno (2013), aunque en este siglo XXI el promedio va de 2 a 3 años.

Cómo llegar por tierra en auto o motocicleta

Por las Ruta Provincial 11, la Ruta Nacional 40 y RP 41 hasta El Chaltén. Con facilidad gracias a 220 km de pavimento.

Desde El Calafate por RP 11 hasta el Glaciar Perito Moreno (80 km de pavimento). Usando la RP 11 y RP 8 hasta Puerto Bandera (47 km). Por su parte, al Lago Roca (50 km) se puede acceder por la RP 11 en dirección hacia el Glaciar Moreno, desviándose a la izquierda por la R P 60 (ripio) hasta conectar con la RP Nº 15. También es posible hacerlo, también, transitando por la misma RP 15, toda de ripio.

Los “hermanos” espectaculares

Como en una familia bien sucedida, en el ámbito del Parque Nacional Los Glaciares hay muchos otros lugares que vale más que la pena conocer. Dos de los más llamativos son el Spegazzini (también en Lago Argentino) y el Upsala. El primero es pequeño (su ancho promedio es solo de 1,5 km) pero lo suple con la altura sobre las aguas: ¡135 metros! Eso es más de dos obeliscos de Buenos Aires para arriba, y bastante más que los 83 de la torre Eiffel. Hay excursiones desde Puerto Bandera. El Upsala, por su parte, es el tercero más largo de Sudamérica, con un ancho de 13 k. Y también está sobre el Lago Argentino.

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